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3.7 - Habilidades de Defensa

Equipar a las personas con la capacidad de defender sus propias necesidades y las de los demás,
especialmente en el contexto de discapacidades.

Teoría:

La defensa (advocacy) implica promover y proteger los derechos, necesidades e intereses de una
persona. Un defensor es alguien que habla en su propio nombre o en el de otros. Si bien muchas
personas pueden defender sus propios derechos, necesidades e intereses, algunas encuentran
esto desafiante.
Una forma de promover la inclusión y ampliar las oportunidades para personas con
discapacidades o necesidades educativas especiales (SEN, por sus siglas en inglés) es aumentar la
concienciación sobre la discapacidad en la sociedad.
Las habilidades de defensa ayudan a las personas a expresarse, tomar decisiones informadas y
actuar para proteger sus derechos. Estas habilidades son especialmente cruciales para aquellos
con discapacidades o SEN, para garantizar que sus necesidades sean atendidas y sus voces
escuchadas.Componentes clave de la defensa incluyen: Comprender los propios derechos;
Comunicación efectiva; Resolución de problemas, Resiliencia.
La defensa puede manifestarse como autodefensa (self-advocacy), donde los individuos
representan sus propios intereses, o como defensa grupal (group advocacy), en la que las
personas trabajan juntas por una causa común.
Al aprender habilidades de autodefensa, las personas con discapacidades o SEN pueden afirmar
sus derechos, tomar control de sus vidas y tomar decisiones por sí mismas. Estas habilidades
deberían ser adquiridas por todas las personas al entrar en la adultez, particularmente por

aquellas con discapacidades.

Relación con el trabajo juvenil:
En el trabajo juvenil, las habilidades de defensa son esenciales para empoderar a los jóvenes,
especialmente a aquellos con discapacidades o necesidades educativas especiales (SEN, por sus
siglas en inglés), para que se conviertan en miembros activos de sus comunidades.
Los trabajadores juveniles desempeñan un papel fundamental al fomentar estas habilidades
mediante la educación, la mentoría y la creación de entornos de apoyo donde las voces de los
jóvenes sean valoradas. Beneficios de fomentar habilidades de defensa en el trabajo juvenil:
Capacitar a los jóvenes para navegar desafíos y buscar apoyo. Ayudarles a afirmar sus derechos y
promover la inclusión. Enfrentar prácticas excluyentes y crear entornos inclusivos. Construir
confianza y desarrollar autoeficacia. Fomentar la participación en decisiones que afectan sus
vidas, promoviendo un sentido de agencia y responsabilidad.
Para mejorar las habilidades de defensa en los jóvenes, es crucial enfocarse en desarrollar sus

habilidades de comunicación y liderazgo, asegurando que tengan un sólido conocimiento de sus
derechos y cómo hacerlos valer.
Estrategias clave: Mentoría y apoyo entre pares: Estos enfoques son especialmente valiosos para
jóvenes con SEN, ya que promueven relaciones positivas, independencia e integración social.
Entornos inclusivos: Crear espacios donde los jóvenes se sientan seguros para expresar sus
preocupaciones y abogar por sí mismos o por otros.

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