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DIRECTRICES PARA LA EDUCACIÓN INCLUSIVA

01 Introducción a la Educación Inclusiva

El término "inclusión" tiene múltiples significados. Podemos interpretar este concepto como la
aceptación y el sentido de pertenencia a las escuelas y otras instituciones sociales. Como práctica
educativa, la inclusión para estudiantes con necesidades especiales significa asistir a escuelas
regulares de educación primaria y alcanzar los estándares de conocimiento del currículo general
y otras actividades extracurriculares junto con compañeros que no tienen dificultades de

aprendizaje (Kosi, 2020).
El logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente el Objetivo 4 que busca
"Garantizar una educación inclusiva y de calidad para todos y promover el aprendizaje
permanente", depende de abordar las necesidades globales de los niños con discapacidades. Sin
incorporar sus necesidades, estos objetivos educativos no pueden realizarse plenamente (ONU,
2016). La educación inclusiva garantiza que todos los estudiantes, independientemente de sus
capacidades o discapacidades, tengan acceso a una educación de calidad.
En 2022, el 27% de la población de la UE mayor de 16 años tenía algún tipo de discapacidad.
Según estimaciones de Eurostat, esto equivale a 101 millones de personas, es decir, una de cada
cuatro personas adultas en la UE. Otras estadísticas muestran que el 17,7% de las personas con
discapacidades de entre 20 y 26 años estaban desempleadas en 2020, en comparación con el
8,6% de las personas sin discapacidades del mismo grupo de edad. La tasa de abandono escolar
temprano es el doble en personas con discapacidad en comparación con aquellas sin
discapacidad. Muchos jóvenes con discapacidad asisten a escuelas especiales y tienen
dificultades para acceder a la educación y formación general: solo el 29% obtiene un título
terciario (educación postsecundaria) en comparación con el 44% de las personas sin
discapacidad.
Para garantizar que los sistemas educativos sean accesibles para todos los estudiantes, es

esencial adoptar un enfoque multifacético que aborde diversas barreras:

Barreras físicas: Pueden eliminarse rediseñando las infraestructuras escolares para que sean
universalmente accesibles, asegurando que los edificios estén equipados con rampas, ascensores
y baños accesibles.

Barreras de comunicación: Pueden abordarse incorporando tecnologías de asistencia y ayudas
comunicativas en el aula, como software de reconocimiento de voz, intérpretes de lenguaje de
señas y ayudas visuales.

Barreras cognitivas: Requieren la implementación de estrategias de aprendizaje personalizadas
que respondan a diversas necesidades educativas, incluyendo el uso de lenguaje simplificado,
métodos de evaluación alternativos y la provisión de tiempo adicional para completar tareas.
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